En este caso, el fenómeno de la "presencia sociodigital voluntaria" es un buen argumento para justificar que se ensamblen tecnologías cotidianas, como un plato para comer, con tecnologías de realidad aumentada. Para algunas tribus de consumo, el factor "cool" ya no es socializar un platillo gastronómico vía Instagram; sino la experiencia de recibir un regaño por tratar de hacerlo durante la comida. ¡Enhorabuena por Bru!
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Servin Arroyo
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